ME DIRIJO A VOSOTROS
Solo Uno puede daros la vida eterna … Jesucristo, Quien, por lo tanto, tiene que ser reconocido por todos los que anhelan una vida bendita en la eternidad. Porque Él Mismo pronunció estas palabras en la Tierra: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”… Solo Él puede ordenar a la muerte que os libere. Solo Él ha vencido a la muerte y, con ello, os ha mostrado el camino a la vida, y sin Él nadie encontrará el camino correcto ni alcanzará la vida.
“Yo soy el camino, la verdad y la vida”… Ningún ser humano en la Tierra podría haber pronunciado estas Palabras, pues antes de que Dios Mismo descendiera a la Tierra en Jesús, no existía para la humanidad un camino que condujera a la vida. Esto se debía a aquel, quien trajo la muerte al mundo aún no había sido superado, porque su poder aún era inquebrantable, y por lo tanto, la humanidad vivía en las tinieblas y andaba en la ignorancia de la verdad por la vida terrenal … Pero el hombre Jesús realizó la obra … Jesús se enfrentó a él en combate, porque quería allanar el camino a la vida para vosotros, los humanos, quería redimiros de la muerte. Pues todos los seres humanos estaban sujetos a la muerte antes de Su descenso a la Tierra.
Cuando Jesús caminó sobre la Tierra, brilló una luz, y Él la llevó a la oscuridad … Enseñó y trajo conocimiento a los seres humanos de lo que estaba sucediendo en la Tierra y en el reino espiritual … Les trajo la verdad, encendió una luz en los corazones de quienes lo escucharon voluntariamente, y le enseñó el amor … La verdad debía ser llevada a los humanos primero, para que también pudieron reconocer el significado de la vida terrenal de Jesús, que terminó con la muerte más dolorosa en la cruz … Y prometió vida eterna a quienes creyeron en Él, quienes aceptaron Sus Palabras como el Evangelio, quienes vivieron Su divina Enseñanza de amor y, así, recorrieron el camino que el hombre Jesús había recorrido antes que ellos. Éstos debían alcanzar la vida eterna … Y este camino pasó por la cruz de Gólgota.
No hay otro camino en la bienaventuranza que este, el que recorrió el hombre Jesús que condujo a Gólgota … porque en este hombre Jesús, Dios Mismo recorrió el camino a la cruz, porque el “Amor Eterno” trajo el sacrificio de la cruz, Que se encarnó en el hombre Jesús. Vosotros, los humanos, tenéis que creer que fue Dios Mismo Quien murió por vosotros, Quien resucitó después de tres días, Quien venció a la muerte y, por lo tanto, a aquel, quien trajo la muerte al mundo …
Así que tenéis que seguir a Dios Mismo en Su camino, pues Dios Mismo es la verdad y la vida. Dios Mismo os ha prometido la vida eterna, y como Él no pudo hacerse visible para vosotros, porque las almas del pasado y ahora los seres humanos pecadores, no habrían podido soportado Su vista, realizó la obra de la Redención en la forma del hombre Jesús … Porque la sustancia primordial de Dios es el Amor, y el Amor se encarnó en el hombre Jesús …
El camino a la dicha eterna solo pasa por Jesucristo. Tenéis que conocerlo y reconocerlo, tenéis que seguirlo, tenéis que permitir que os enseñe y os guie hacia la verdad, y solo a través de Él podréis ser introducidos en Su Reino, donde viviréis en dicha eterna. Y todos los coros de ángeles, todos los espíritus benditos, todos los seres de luz, os llaman: Reconocedlo, acudid a Él, entregaos a Él, al divino Salvador y Redentor Jesucristo … Y alcanzaréis la vida eterna y nunca perderéis esta vida …
Amén